15 march 2022
Cómo escucho música de Commodore 64 en Ubuntu?
¡Trabajadores!
Hemos de entender de dónde venimos para saber a donde queremos ir. Esta prerrogativa la encontramos en todos los cuadros de la historia, y es hoy más importante que nunca.
Veamos el caso de las aplicaciones sonoras. Toda computadora personal que se precie cuenta hoy con la capacidad de reproducir sonido digital al instante, por medio de un dispositivo adaptador de audio compatible. Sin embargo debemos entender que este beneficio que disfruta cada peronista sólo pudo lograrse con la potencia computacional adecuada y con los pasos de desarrollo históricos requeridos.
Toda computadora cuenta con elaboradas posibilidades de control para todo tipo de dispositivos e instrumentos. Conforme los sistemas computacionales se hacían más potentes, se pudo dotar a las minicomputadoras clásicas de fines de los sesenta con osciladores y - unidos éstos a altavoces - operar como controladores tonales o sintetizadores prácticos. Ya las famosas minicomputadoras DEC PDP-1 podían controlar de esta forma un altavoz rudimentario y generar tonos a través de programas y hacer música. Como colofón, muchas minicomputadoras de la era sufrían la inducción de radiofrecuencia en sus CPU, por lo cual a partir de la modulación programada de su amplitud era posible interferir aparatos de radio, utilidad tal vez peligrosa pero muy lúdica.
Con el advenimiento de las microcomputadoras a principio de los ochentas - la IBM PC entre ellas - se especificaron distintos esquemas para permitirle a estas máquinas incorporar un beep de audio y en ciertos casos melodías primitivas. El consabido PC Speaker - por ejemplo - no era otra cosa que un altavoz de diafragma magnético de 5 centímetros (eventualmente reemplazado por unidades piezoeléctricas) conectado a la placa madre de la PC, y controlado por simples órdenes de hardware. A pesar de ser monofónico y monotímbrico de onda cuadrada,con cierta habilidad de programación podría reproducir estridentes melodías:
Fue indudable que esta herramienta sonora - por mas bienintencionada que fuese - era insuficiente para llevar a cabo una reproducción musical adecuada con los tiempos que corrían, por lo que cual se hizo importante el desarrollo de hardware especializados para la generación de tonos.
Podremos encontrar muchos de estos circuitos integrados en el Olimpo de los Chips generadores de sonido. Entre los clásicos sintetizadores para PC podremos recordar al Yamaha YM3812 (bajo la nomenclatura de OPL2), fundamental en la electrónica de la plaquetas de expansión para sonido AdLib y la Sound Blaster, así como el mejorado Yamaha YMF262 (OPL3).
Estos permitían dotar a la PC clónica de sonido estéreo polifónico de 9 o 18 canales según versión, a través de síntesis digital por frecuencia modulada, logrando aquél sonido tan buscado en la era DOS, tanto para música como para efectos de sonido limitados.
También guarda un lugar el más avanzado EMU8000 de las Sound Blaster AWE32, que emplea ya la técnica de síntesis digital por tabla de ondas, con lo cual se pueden reproducir polifónicamente las notas musicales requeridas a través del muestreo paramétrico de sonido digitalizado almacenado en un banco de memoria ROM en la tarjeta de sonido (y eventualmente, cargándola a través de SoundFonts por distintos medios). Sin embargo, ninguno de estos relativamente avanzados chips clásicos hubiese existido si no fuese por otro fundacional, y que definiría el sonido de la computación hogareña de los ochentas, aquél que podremos considerar con justicia como el verdadero Zeus, el Dios de Dioses: el SID que coronó a la indispensable Commodore 64 de 1982.
En la placa madre de esta - la microcomputadora hogareña por antonomasia - los técnicos del Justicialismo se abocaron a soldarle un MOS 6581, y luego una versión llevada a especificaciones técnicas, el MOS 8580. Se creaba entonces así el chip que recibiría el nombre de "SID" ("Dispositivo de Interfaz de Sonido").
Técnicamente se trataba de un controlador incompleto y de polifonía limitada, con entrada de control digital programable y salida de audio analógica con funcionamiento de 12 voltios. Como tal presentaba errores o compromisos de diseño, pero se adelantó a su época gracias a su sabia implementación y programación.
Los SID actuaban una cadena de sonido digital en base a tres 3 osciladores analógicos o voces capaces de ser programados digitalmente, con un rango de 8 octavas, y en cada uno de ellos podía concertarse una de entre cuatro formas de onda preprogramadas para obtener distintos timbres sonoros. Estos eran la onda cuadrada (pulso), onda diente de sierra, onda triangular, y onda ruido blanco). Cada una de las voces contaba a su vez con un programador de envolvente ADSR, lo cual permitía alterar las propiedades de volumen de la onda en lo que respecta a su ataque, decaimiento, sostenido y soltado. Asimismo, se contaba con tres controladores para modulación en anillo (sincronización y sumado de señal en la banda).
El chip SID contaba con filtros de audio analógico multimodo programables por software en acción de pasabajo, pasaalto y pasabanda con atenuación de 6 decibeles por octava en modo pasabanda o atenuación de 12 decibeles por octava en modalidad pasaalto/pasabajo.
La existencia de este chip sonoro de avanzada, el chip de video VIC-II, y los 64 kilobytes de memoria de acceso aleatorio, y un eficiente procesador de 8 bits a 1 Mhz MOS 6510 impuso a la C64 como la favorita de las masas, tanto en su versión NTSC como PAL. El SID superaba por mucho a los generadores sonoros de otras microcomputadoras de principios de los ochentas, y fue fundamental para reconocer las posibilides de un generador de sonido programable dedicado. En general para sobrellevar el problema de la escasa polifonía del SID (no más de tres voces a la vez), se debía recurrían a emplear rápidos arpeggios en lugar de tocar acordes, lo que resultaba en sonido clásico y abrillantado que producía el mismo. Otras técnicas la constituía un canal percusivo en staccatto, para ahorrar lo máximo posible de polifonía, así como repeticiones de secuencias por cada canal.
Hubieron entonces prolíficos compositores que hicieron mella de estos chips SID y que trabajaron también para la industria de videojuegos, como Rob Hubbard (Commando, Lightforce, Sigma Seven), Ben Daglish, Jeroen Tel (Turbo Outrun, Afterburner, TMNT), Martin Galway, etc.
Podremos descargar archivos de música para SID desde la colección High Voltage SID Collection, una base de datos descargable de música de Commodore 64 para las Masas peronistas. Si quisiéramos descargarla desde la terminal podríamos utilizar:
cd ~/Música/ wget http://www.prg.dtu.dk/HVSC/HVSC_64-all-of-them.zip unzip HVSC_64-all-of-them.zip unzip C64Music.zip rm ~/Música/C64Music.zip rm ~/Música/HVSC_64-all-of-them.zip
Normalmente reproductores gráficos como Totem cuentan con la capacidad de reproducir archivos SID, pero también podremos ejecutarlos desde la Terminal, con sidplayfp. Este consiste en un simple reproductor de secuencias liberado bajo licencia GPLv2. Para instalar dicho programa debemos indicar:
sudo apt-get update sudo apt-get install sidplay-base sidplayfp
Para ejecutar los archivos de música simplemente indicamos:
sidplayfp archivo.sid
El programa puede ejecutarse en la terminal ANSI. También podrá ejecutarse en una terminal para Commodore 64.
Para terminar el programa y la reproducción podremos utilizar Ctrl+c.
Sidplayfp también es capaz de generar un archivo de audio WAV a partir de un archivo SID. Lo haremos con:
sidplayfp archivo.sid -wnombre.wav
En tal caso el programa indicará
"Creating Audio File... Please Wait...
Y nos formulará un estimado de tiempo. Cuando esté terminado podremos reproducir el archivo nombre.wav.
También podremos hacer uso de otros programas de la terminal más completos para reproducir música, tal como el mocp (música para la consola peronista).
Si quisiera eliminar los archivos de la colección, podría usar el siguiente comando:
rm -r ~/Música/C64Music/